CRESTA DE LOS QUINCE GENDARMES

Pirineos

Benasque

(Aragón)

29, 30 y 31 de agosto 2008

Quien siente la montaña no necesita explicaciones y, mientras existan paredes, agujas y aristas, habrá quien las escale, disfrutando de lo que hace, aunque no comprenda exactamente el por qué. Josep Manuel Anglada

Sin tiempo para acabar de montar y enseñaros, el reportaje que hicimos a finales de julio en los Barrancos de Guara, me subí a los Pirineos. Donde en 17 "locos" días, borré 50 tresmiles de una lista en la que "sólo" quedan 127, y llené la tarjeta de memoria de mi cámara con 1.045 fotografías. 

Y ya de vuelta en casa, mientras buscaba la inspiración para ir montando mis "historietas", algo me decía que el verano aún no había terminado, que aún quedaba una cosa por hacer, que aún nos quedaba la Diablo-Costerillou.

Y, otra vez sin poder acabar y enseñaros el reportaje de Guara y el "megarepor" de los 50 tremiles en 17 días, estaba haciéndome la mochila, no para ir donde queríamos, pues la Meteo no lo aconsejaba, sino para ir donde podíamos...

 Viernes 05:54h Algemesí (València). Así que, el jueves por la tarde decidimos cambiar nuestros planes y dejar la Diablo-Costerillou con vivac en el Balaitus para otra ocasión.
Y buscar algo que pudiera hacerse en un solo día, pues la "meteo" del domingo no era estable. Buscar algo lo suficientemente ilusionante para hacernos volver a conducir 610 kilómetros de subida y 610 de bajada, tan sólo una semana después de haber regresado a casa...
... de este mismo lugar, pero esa es otra historia.
Ahora vamos al tema. Para los no iniciados, os diré que estamos en Plan de Senarta (1367m) Benasque...
... una de las pocas zonas de acampada libre (eso sí, controlada) que quedan en los Pirineos. Este tipo de  zonas están condenadas a desaparecer en unos años, de hecho, esta misma, en unas pocas semanas cuando terminé el verano y dejen de cobrarte por acampar, estará cerrada. Aunque nosotros seguiremos acampando cuando vengamos por aquí.
Pero bueno, no me voy a enrollarme con temas extradeportivos (como dirían los futbolistas) y vamos a intentar reseñaros, o explicaros a mi manera, cómo se hace esto de la cresta de los Quince Gendarmes como la bautizo el gran Jean Arlaud.
Y esto se hace como todo, primero lo imaginas, segundo te informas, tercero te preparas, y cuarto lo haces, no hay más, bueno si sale bien, lo celebras, je, je.
Y nosotros desde aquí podemos enseñaros por donde vamos y lo que hacemos, pero poco más...
... nunca hemos pretendido que esto fuera un manual de nada, ni dar lecciones a nadie, simplemente queremos pasárnoslo bien y ya está. 
Y con esta filosofía hemos venido hasta aquí, al valle de Cregüeña...
... y estamos subiendo por el sendero...
...  que paralelo al río Cregüeña...
... va ganando altura rápidamente...
... hasta alcanzar la pleta de Cregüeña (2100m), donde llaneamos unos cientos de metros antes...
... de volver a ascender entre pinos y rocas...
... por la margen izquierda del valle...
... mientras comenzamos a ver nuestro objetivo...
... la cresta de Alba, como la llaman algunos, ya que terminar en el Pico de Alba (3107m). Aunque a mí me gusta más el nombre que le puso Jean Arlaud.
Pero se llame como se llame, (a Antonio le gusta más el de Alba)...
... ahí la tenemos esperándonos.
Mañana, aún de noche iremos hasta la brecha de Alba (2646m), para empezarla desde allí.
Pero eso será mañana, hoy aún vamos a subir un poco más en dirección al ibón de Cregüeña (2630m), que allí parece que hay un buen vivac para pasar la noche.
Un poco pequeño pero muy resguardado...
... lo que no impide que podamos ver anochecer...
... cenar y dormir cómodamente en su interior.
Otra cosa ya es vestirse...
 ... para eso mejor salir fuera.
Bueno, después del clásico desayuno de leche condensada, Cola Cao y galletas nos ponemos en marcha...
... mientras las primeras luces del día...
... iluminan nuestro camino hacia la brecha de Alba (2646m), que hacemos directo, primero entre grandes bloques de granito...
... y después por hierba.
Y ya está, ya podemos ver la otra vertiente de la cresta, con els ibons de Alba (2452m) ahí abajo...
... ya podemos comenzar a crestear, como veis, en ensamble...
... está es una manera rápida y, si se hace bien, bastante segura de progresar por las crestas, pero has de tener plena confianza en tu compañero de cordada, sino, mejor ir sin cuerda.
Bien, después de trepar un poco para calentar y pasar por el G-20, aquí tenemos ya el primer gran gendarme G-19 que se escala fácil por la izquierda (IIIº) según el famoso libro de Miquel Capdevila.
 Desde su cima (2730m)...
... tenemos que bajar al fondo de una brecha (2700m)...
... por una pendiente bastante pronunciada y un terreno bastante roto, como toda la cresta.
Para encontramos con el segundo gran gendarme...
... que escalaremos por la derecha...
... superando diferentes repisas...
... con trepadas fáciles pero expuestas.
Y buscando el mejor itinerario...
... mirando de no embarcarse...
... fácilmente (como dice Matías El Humilde), pasamos por el G-18 (2794m)...
... y seguimos trepando...
... y destrepando por el filo del G-17 (2785m)...
... que, sin descanso, nos lleva a la base del G-16 (2818m), que se escala por la izquierda (IIº)...
... desde donde ya podemos ver al fondo el final de la cresta, el Pico de Alba (3107m)...
... una cresta que a partir de aquí se vuelve más estrecha y aérea...
... pero que no presenta grandes dificultades...
... excepto la mala calidad de la roca...
... que unida a los continuos destrepes de los diferentes gendarmes G-15 (2815m)...
... y G-14 (2800m), que van apareciendo por el camino...
... hacen que tengamos que ralentizar la marcha. 
Pero da igual, estamos disfrutando como niños.
El gendarme Agudo G-13 (2813m) es testigo de lo guay que lo estamos pasando...
... y es donde Antonio me releva en la posición de primero de cuerda...
... ahora le toca a él descubrir la cresta y poner los cacharros...
... y a mi recogerlos...
... y observad como progresa, atento ante cualquier percance.
Este es el trabajo del segundo de cuerda, menos disfrutón que el de primero, pero en las crestas y yendo en ensamble igual de importante, porque si te falla un agarre y te caes...
... seguramente arrastrarás a tu compañero por sorpresa unos cuantos metros hasta que algún seguro os detenga.
Pero este es un riesgo que debemos asumir en este tipo de crestas con continuos pasos de (IIº y IIIº), no puedes pararte a montar reuniones, sino, se harían interminables.
Lo que hay que hacer aquí es estar al loro y no caerse, como si fueras sin cuerda.
Y así, vamos pasando por los gendarmes G-12 (2816m), G-11 (2818m) que, con algún que otro destrepe delicado...
... nos hacen tener que tomar las máximas precauciones.
Atrás queda también el G-10 (2822m)...
... y una vez superado el G-9 (2820m), nos encontramos con una brecha que hay que rapelar.
Donde nos alcanzan dos escaladores castellonenses que van bastante más rápido que nosotros...
... aprovecho para que pedirles que me hagan foto...
... gracias amigos, nos veremos en las montañas...
... que nosotros vamos a parar un rato a recuperar fuerzas, antes de "meterle caña" a la Gran Torre...
... donde esta el paso más delicado de toda la cresta...
... una chimenea de 4 o 5 metros (IVº+) con un pitón en medio...
... que, con tranquilidad y sin que haga falta ponerse los gatos, se hace fácil...
... y desde la que sales a una plataforma a la izquierda...
... donde hay otro pitón para montar la reunión y asegurar al segundo...
... que esta vez le ha tocado ser a Antonio, parece que la altura le ha afectado un poco y "no está fino" como decimos los corredores...
... pero le digo que tire para arriba y haga el segundo largo de placa (IIIº+) de primero (que también tiene un pitón en medio)...
... y se escala fácil al tener muchas presas.
Y así llegamos a la cima de la Gran Torre G-8 (2836m).
Después de un descenso corto y fácil...
... la cresta se vuelve suave durante unos metros... 
... para enseguida volver a enderezarse al paso por el G-7 (2900m)...
... y ponerse divertida (IIIº) al tener que trepar al G-6 (2920m).
El tema de los grados en las crestas es muy subjetivo, yo me he limitado a plagiar lo que dice Miquel Capdevila en su libro "Los tresmiles en 30 jornadas", para evitarme problemas...
... pero hay que dejar claro que esto no es escalada deportiva, que aquí no hay parabolts cada metro y medio...
... y si te caes, como mínimo puedes hacerte mucho daño. 
Pero esa es la responsabilidad de cada montañero, tú eliges donde y con quien te metes en una historia, sin que nadie te obligue a ello, y si las cosas salen mal la culpa es sólo tuya. Esta es la ley de la montaña y el que no esté dispuesto a aceptarla, mejor que se dedique a otra cosa.
Bueno, después de este pequeño sermón, pasemos por encima del G-5 (2925m)...
... y vamos en busca de los Gendarmes Gemelos G-4 (2970m) y G-3 (2994m)...
... ahora sí, por terreno fácil de verdad, (el primer tramo así de toda la cresta)...
... momento donde nos surgen las inevitables y odiosas comparaciones entre la Salenques y la Alba, sin duda ésta es más complicada y mantenida y aquella es más larga y comprometida, dificil elección pero hay que mojarse y yo me quedo con la Salenques...
... Antonio no lo tiene tan claro, je, je (creo que le gusta más esta)...
... lo que sí está claro es que para bajar del G-4 (2970m)...
...hay que destrepar un pequeño diedro por la derecha...
... y hacer una travesía lateral bastante expuesta hacia la izquierda.
Porque una cosa está clara, las reseñas del libro de Capdevila son una pasada...
... otra cosa son los horarios, para mi imposibles de cumplir, incluso sin hacer fotos...
... pero da igual, el tío es un máquina y desde aquí quiero mostrarle mi admiración y darle las gracias por hacerme soñar con su libro.
Por su culpa estamos aquí delante del Gendarme de Alba G-2 (3054m) (el de la derecha, ¿eh? No confundirlo con el G-1 (3088m), que es más alto pero no es un tresmil)...
... porque esta cresta forma parte del PROYECTO 213, TODOS LOS 3000es DE LOS PIRINEOS...
... y si no fuera por su libro, esta historia no sería posible, bueno, y también por Antonio, que en los próximos años me acompañará en las crestas difíciles...
... porque hay tresmiles que no se pueden hacer solo, sin arriesgar más de la cuenta...
... como el Gendarme de Alba (3054m) y, como decía Antonio Flores, "siete vidas tiene un gato y seis vidas ya he quemado". 
Además, lo que mola de este proyecto no es sólo hacer los "tremiles", sino hacer las crestas.
Porque, cuando pase el tiempo, ¿qué recordaremos? ¿los minutos que estuvimos en la cima?
 ¿O los días que pasamos pateando las montañas?
Creo que está claro, ¿no?
Tan claro como que estamos llegando a la cumbre del Pico de Alba (3107m)...
... tan claro como que hemos tardado 8 horas en hacer la cresta de los Quince Gendarmes...
... sin contar la aproximación a la brecha de Alba (2639m) y el descenso que nos queda hasta Plan de Senarta (1367m)...
... pero creo que ha merecido la pena, creo que merece la pena tardar un poco más parando a hacer fotos...
... para poder contaros esto, que seguramente os servirá de poco si lo que buscáis son reseñas, pero que igual os a hecho pasar un buen rato, y con eso me conformo.
Así que vámonos para abajo a encontrar los rápeles...
... que no hay que quedarse en ningún sitio, y en Benasque nos esperan unas cervezas frías.
Pero, con cuidado, que este último destrepe tiene patio...
... y ahora que ya está casi todo hecho, es fácil perder la concentración...
... y hasta el rabo todo es toro...
... y este puede darte una cornada de 40 metros...
... fraccionada en una de 10 y otra de casi 30.
Aunque ya hemos toreado en algunas plazas como esta...
... y sabemos lo que tenemos que hacer...
... para cortar las dos orejas, el rabo...
... y salir por la puerta grande, la del collado Inferior de Alba (3023m)...
... la que nos llevará de vuelta a casa...
... con algunos destrepes...
... y resbalones.
La puerta que nos permitirá ver...
... la que ya es nuestra cresta...
... pues cuando bajemos unos metros más y encontremos el vivac donde tenemos los trastos...
... nos pertenecerá para siempre.
Así son las crestas, las montañas y las paredes, mientras estás en ellas tú les perteneces y pueden hacer contigo lo que quieran, pero si te portas bien y sabes tratarlas, te dejarán marchar cargado con un tesoro...
... que quizás ahora no sepamos valorar, pues tenemos demasiada hambre...
... pero que a partir de esta noche llevaremos con nosotros allá donde vayamos, para haceros recordar que un día estuvimos allí, que un día fuimos suyos.